A menudo pedimos algún indicio para saber qué hacer en nuestra vida,
qué dirección seguir, o alguna muestra conforme nuestra situación se
encuentra en el lugar adecuado. Dudamos ante situaciones que nos
gustaría que fuesen y no están siendo. Nos preguntamos qué hacer ante lo
que nos sucede o por conseguir algo muy deseado. Todas nuestras
demandas expresadas en voz alta al universo
y manifestadas con toda la fuerza de nuestro corazón, son escuchadas y
atendidas. Una vez manifestada nuestra intencionalidad, hemos de
continuar viviendo nuestro día a día y estar atentos a todo aquello que
nos pueda llegar de diferentes fuentes que puedan estar relacionado con
nuestro propósito. Cuando más haya despertado el ser humano su
conciencia espiritual, más se dará cuenta de lo que está atrayendo.
Cuanto más deseo tenga de aquello que anhela, con más fuerza atraerá y
verá como el universo le dará como consecuencia de su manifestación en
voz alta.
Ábrete y date cuenta de lo mucho que la vida te da.
Abre tu mente y tu corazón para saber que aquello que te llega está
relacionado con lo que has pedido. No se te da porque sí, señales
equivocadas, ¡no! Lo que recibes es el camino a seguir y la decisión a
tomar, porque en el fondo, aquello que te das cuenta proviene de tu Yo
Superior, del ser más elevado de ti mismos que ha elegido aquello que le
has pedido como ser racional y terrenal.
Las señales son como
un destello de luz en un camino oscuro. Si no existieran, probablemente
no sabríamos hacia donde ir y no veríamos nuestro caminar. Cuando se te
da luz para que veas claro, es porque tú la has pedido. Acéptala y sigue
aquello que te indica porque es para tu mayor bien y tu plena
felicidad. ¿De qué sirve pedir una llave para abrir una puerta que sabes
que te permitirá conseguir aquello que quieres, si cuando la tienes no
la quieres hacer servir?
Hay muchas personas que tienen miedo y
resistencias a hacer caso a lo que se le está mostrando. Su pasado les
pesa demasiado y no quieren sufrir más. Las señales aparecen a cada
intencionalidad nuestra, a cada paso que damos. Son nuestras aliadas y
la respuesta adecuada procedentes de la Fuente de toda Sabiduría
existente manifestada a través de la forma. Esto son las señales. Estas
siempre aparecen para nuestro mayor bien y son la llave para llegar a
manifestar nuestra divinidad. Cuanto más les hagamos caso, más fluiremos
por la vida y más puertas, con más facilidades, se nos abrirán. Son el
cartel que nos indica qué dirección debemos de seguir en medio de un
cruce de caminos. Si no les hacemos caso, nos quedaremos bloqueados y
quietos en nuestra vida hasta que tomemos la decisión de aceptarlas y
librarnos a ellas. Las señales son nuestra voz interior, esta sabiduría
que todos llevamos dentro, materializando nuestros deseos, nuestra
voluntad. Las señales nos llevan a nuestra plena realización.
Tú tienes la llave para abrir esta puerta, donde detrás de ella, se
encuentra justo aquello que has pedido. ¿Por qué no te liberas de los
miedos y muestras al ser valiente que eres, consiguiendo tus anhelos?
Cuanto más hagamos caso de las señales que la vida nos da, antes
conseguiremos ser nosotros y materializar en nuestra vida nuestros
objetivos y deseos. Queremos y queremos, y cuando se nos da, lo
rechazamos porque porqué no nos atrevemos a hacerles caso o las negamos.
Estamos constantemente rodeados de señales que nos indican el camino a
seguir, pero el ser humano ignora lo que se le da, que es todo. Queremos
tener una visión clara de lo que hacer, y cuando se encuentra ante
nosotros, la negamos. Queremos saber qué hacer en la vida, o qué
decisión tomar, y cuando se nos da, la ignoramos.
Dejemos de tener miedo para seguir aquello que la vida nos indica para hacer y nuestro mayor bien.
Se nos da y muchas veces estamos distraídos.
Se nos ofrece y a menudo lo negamos.
Se nos muestra de una manera evidente el camino a seguir, y nosotros decimos: ¡No!.
Entonces nos quejamos y nos rodeamos de más dolor al pensar que la vida
no me da aquello que le pido. ¡Ya lo creo que nos lo da, pero eres tú
quien lo niegas! ¡Perdemos tanto tiempo y energía negando lo que es!
Ser feliz es fácil, solo es necesario fluir y seguir las directrices
que la vida te muestra facilitando tu avance. Cuando hacemos caso a las
señales que ésta nos da, todo va bien, y solo alegría y gozo por vivir
se manifiesta en nosotros. Seguir las señales es de valientes y sabios.
Negar lo que se te muestra ante ti es la actitud de nuestros miedos y de
tu mente enraizada en un pasado.
Se nos quiere facilitar
nuestra vida. No estamos solos, pero hemos de estar abiertos y
predispuestos a seguir la dirección que se nos indica para nuestro mayor
bien y nuestra plena manifestación divina.
Siguiendo las
señales te llevará a la sabiduría y a disfrutar de la vida como no lo
has hecho hasta ahora. Todo es sencillo, llano.
Te invito a que
la vida te sonría y puedas sentir tu divinidad, y como las puertas se
van abriendo debido al amor que se irá manifestando cada vez más en ti.
Sigue las señales que la vida te da, y deja de pensar, de querer
controlarlo todo, porque aquello que quieres saber ya se encuentra ante
ti. Ábrete, observa y acepta. Después, se necesitará ser valiente para
llevar a término aquello que se te ha mostrado para ti. Tu tesoro se
encuentra detrás de la puerta que se encuentra cerrada. Tú tienes la
llave. Atrévete a abrirla y disfruta de todo aquello que la vida te
regala.
Confía y déjate ir para conseguir tus mayores ideales. La vida te lo da a través de las señales. Síguelas y llegarás a ellos.
Que el Amor y la Paz sean en ti.