Todo parte de
ahí. Lo decía Ralph Waldo Emerson y otros muchos: "La confianza en uno
mismo es el primer secreto del éxito". O dicho en otras palabras: Tu vida es tu autoestima.
Los pensamientos negativos son una especie de suicidio espiritual. La mente si no se domina es un campo de concentración que te agarrota, reprime y anula. Brian Tracy (@briantracy) en Metas: estrategias para determinar y conquistar objetivos dice: "Los mayores enemigos del éxito y la felicidad son las emociones negativas de todo tipo. Esas emociones negativas nos sujetan, nos agotan y nos despojan de la alegría de vivir. Desde el principio de los tiempos, las emociones negativas han hecho más daño a las personas y las sociedades que todas las plagas de la historia".
Los pensamientos negativos son una especie de suicidio espiritual. La mente si no se domina es un campo de concentración que te agarrota, reprime y anula. Brian Tracy (@briantracy) en Metas: estrategias para determinar y conquistar objetivos dice: "Los mayores enemigos del éxito y la felicidad son las emociones negativas de todo tipo. Esas emociones negativas nos sujetan, nos agotan y nos despojan de la alegría de vivir. Desde el principio de los tiempos, las emociones negativas han hecho más daño a las personas y las sociedades que todas las plagas de la historia".
Aquí van sólo 10 recomendaciones para que ganes confianza en ti mismo a
través de los siguientes hábitos.
Primero creamos nuestras costumbres y después ellas nos crean a nosotros" (John Dryden).
1. Cuida con mimo el ambiente en que te mueves: Recuerda lo que
hemos dicho mucha veces aquí: "Si vives entre codornices, es muy difícil
aprender a volar como las águilas". Los límites nunca están en las
personas, están en los entornos.
Hay gente que te carga de energía y gente que te chupa energía (incluso
sin abrir la boca). Gente estimulante y gente tóxica. Cuidado con los
derrotistas, pesimistas, negativos, conformistas... que te intentan
cortar las alas. El éxito deja huellas y se trata de modelarlo. Rodéate
de aquellos que piensas que te pueden enseñar. No olvides jamás a Mark Twain: "Mantente a distancia de aquellos que
intentan disminuir tus ambiciones. La gente pequeña siempre hace eso;
los realmente grandes te hacen creer que tú también puedes ser grande".
2. Aprende de los mejores: lo más importante que tiene una
persona es su credibilidad, y la credibilidad sólo depende de una cosa:
de tus resultados. Cada persona somos el resultado de nuestros
resultados. Muchos empresarios, directivos, deportistas... han dejado
sus enseñanzas, consejos y tips en libros y vídeos. Léetelos
todos. Y después reléelos. Y más tarde otra vez. Aprende de ellos.
Como decía Bertrand Russell: "La mejor prueba de que algo puede hacerse
es que antes alguien ya lo hizo". Ver que otros pudieron te anima a ti a
continuar y perseguir lo que añoras. Alimenta y riega tu mente con
mensajes inspiradores. Y recuerda que si quieres encontrar excusas para
no salir de tu zona de confort vas a encontrar cientos de ellas.
3. Visualiza tus éxitos pasados: como decía Fernando Savater, "la
felicidad es una forma de la memoria" y la infelicidad también. Haber
conseguido éxitos pasados te estimula y anima para conseguir éxitos
futuros, te pone en el estado de ánimo adecuado para generar las
energías necesarias. Ver que ya conseguiste algo te catapulta a
conseguir más. Mete en el cajón lo negativo y recréate en las
experiencias positivas, en aquellas que salieron bien y te aplaudieron.
El cerebro no distingue entre ficción y realidad, cuando sientes de
verdad lo que visualizas estás provocando que la mente encuentre vías
para alcanzar aquello que deseas.
4. Cuida tu cuerpo: Que es tu casa, allí donde moras y habitas
todos los días. No la abandones. Y ello implica cuidar tres cosas:
sueño, nutrición y ejercicio físico. Hay ciertas comidas que conducen a estados de ánimo más tristes y
depresivos; lo mismo pasa con el sendentarismo: hacer ejercicio físico y
estar en movimiento tiene ventajas en la salud y en el ánimo al liberar
ciertas sustancias químicas estimulantes del bienestar. Y con el sueño,
más de lo mismo: dormir mal y no descansar produce malestar en tu
cuerpo, humor desagradable y cansancio que restan energías y ánimo para
ser productivo.
5. Haz el ridículo en cosas sin importancia: en aquellas cuyos resultados no te afectan a tu trabajo ni prestigio: aprender a bailar, inglés, magia.... Si te lanzas en esas cosas sin importancia, poco a poco tu miedo al ridículo irá cayendo y eso significa que te atreverás a dar el paso en cosas con importancia. No existe miedo al fracaso, existe miedo al ridículo.
Todo el mundo sabe de sobra que si inicias una aventura del tipo que
sea (empresa, matrimonio, etc) puede ir mal; los miedos vienen de la
ridiculización que hacen los demás, de herir el orgullo con las cosas no
salen, y el ser humano tiene mucho orgullo. Cuando lo vences, ganas la
batalla.
6. Habla en público siempre que puedas: es una de las cosas que
más aumenta la confianza en uno mismo. Lánzate. Muchas veces no se trata
de hacerlo bien o mal, sino simplemente de hacerlo. Irás venciendo
resistencias. Empieza a decir "sí" cuando te lo proponga. Hay miles de
oportunidades todos los días para hablar en público. No dejes de ver la
película de cine Dí que Sí
(Yes man). Allí se apunta: "Dices que NO a la vida y por tanto, no
vives. Cada vez que se te presente una oportunidad dirás SÍ".
7. Habla con desconocidos: ¿Sabes cuál es el mayor miedo a la
hora de vender? El miedo al rechazo. ¿Sabes cuál es el mayor miedo a la
hora de pedir ayuda? Que nos digan NO. Y ese miedo al rechazo, es
producto de nuestra inseguridad, de que interpretamos que el NO
significa que "no me quieren"; y ya sabemos que "el anhelo más profundo
del ser humano es sentirse querido". Por eso muchas cosas no las hacemos
por miedo al NO. Lánzate a hablar con desconocidos. Lo importante no es
la conversación, sino lanzarse. Si ves a alguien con un perro, detente y
acaríciale y pregúntale qué raza es; aprovecha los viajes de turismo o
negocio, para entablar conversaciones con los lugareños o los empleados
de hoteles, etc; igualmente para a gente por la calle de tu ciudad y
pregunta por una dirección o lugar e intenta que no sólo sea
pregunta-respuesta sino un poco más de conversación. Pero hazlo como
rutina, todos los días con 1 ó 2 personas al menos. Verás como empiezas a
sentirte mejor contigo mismo, a ganar confianza, a mejorar tu
autoestima al ver que el 90% sigue tus conversaciones y no te rechazan. Y
recuerda: si alguien te rechaza, tranquilo: hay gente enfadada consigo
mismo que lo paga con los demás; no es nada personal.
9. Cuida tu apariencia física: O dicho de otra manera: sentirte bien por fuera te hará sentirte bien por dentro. Los cuidados estéticos o tu forma de vestir ayudan mucho ¿No hay un determinado vestido, palabra de honor, jeans, sandalias o botas que cuando te las pones "te ves más guapa"? ¿No te ha ocurrido lo mismo cuando te has hecho un cambio de look en tu pelo? Ello te lleva a sentirte mejor, más seguro de ti mismo, y eso se refleja en tu comportamiento y trato: más abierto, más simpático, más cercano, en definitiva, más cautivador. Esa actitud, se transmite y los demás la perciben y responden de la misma manera. Tu mundo exterior no es más que un reflejo de tu mundo interior. El grado de distancia (o conexión) con los demás es el grado de distancia (o conexión) que existe con uno mismo. Las cosas no ocurren por azar. Hay que provocar las emociones positivas. Sentirte bien te lleva a obrar bien. Si te gustas más, más gustarás a los demás. En lo que te concentras, se expande, se agranda. Lo decía Louise Hay: "Sólo hay una cosa que sana todo problema: amarse a uno mismo".
10. Acude a eventos: La baja autoestima suele derivar en un bajo nivel de relaciones sociales; la alta autoestima da lugar a muchas y variadas relaciones. Y si la vida es algo, el menos en la empresa, la vida es relaciones. Como apunta John C. Maxwell, en El poder de las relaciones: "Trabajar duro no es suficiente; tampoco ser excelentes en lo que hacemos; para ser exitoso tienes que aprender a establecer relaciones". Por eso, sumérgete en los eventos. No te preocupes del resultado final. Simplemente el hecho de acudir a eventos profesionales (de tu sector) y personales (fiestas, celebraciones, inauguraciones), y estar en medio del "sarao" te permite aprender e interiorizar inputs por ósmosis, sin darte cuenta. Poco a poco te irás te irás sintiendo más cómodo y conociendo más gente.
Y dos más de regalo:
11. Haz cosas por los demás: Aristóteles dijo hace más de 23 siglos que "la generosidad es un egoísmo inteligente". Cuando ayudas a los demás, la gente se siente agradecida y te lo valorará, y eso te hará sentir bien contigo mismo, ver que eres útil, y que tú también puedes aportar cosas interesantes. No se trata de grandes cosas, sino de pequeños gestos cotidianos del día a día que todos sabemos.
12. Sonríe: cada vez que sonríes, aunque no te apetezca, estás mandando una orden al cerebro de que todo está bien, y eso te hará sentir mejor Acuérdate de William James: "El pájaro canta porque es feliz pero también es feliz porque canta". Además, cada vez que sonríes a una persona, lo que le estás diciendo inconscientemente es "me gustas", por eso resulta tan eficaz y genera tanta "conexión emocional" con la otra parte que te tratará de la misma manera y habrá feeling y buen rollo. Recuerda: la sonrisa es la forma más barata de mejorar tu apariencia. El diseñador Paco Rabanne afirmaba: "la sonrisa es el mejor atuendo de una modelo".
Y estos diez puntos (más dos), ponlos en práctica sin meterte excesiva presión: pasito a pasito. No te flageles. No te exijas demasiado. No se trata de pasar de un extremo a otro de la noche a la mañana, sino de ir venciendo y derrotando resistencias pequeñas pero todos los días. Recuerda lo que hemos dicho aquí muchas veces: Poco + Poco = Mucho; un poco sin importancia, más otro poco sin importancia, más otro poco sin importancia... acaba siendo mucho. El mayor enemigo en los procesos de Desarrollo Personal: la impaciencia, el querer ir demasiado rápido. Te llevan a exigirte demasiado, con lo que al final no cumples con lo establecido (que es mucho), te frustras y abandonas.
Y hasta aqui este magnifico post de Francisco Alcaide, espero que os haya gustado tanto o más que a mi, pronto volveremos con más entradas interesantes. Fran Ruiz.
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